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1. El cambio en los conceptos de globalización y localización:

Generando el término glocalización que da lugar a toda un serie de requisitos que cambian la manera de entender el comercio y los servicios, la forma de llevar a cabo los intercambios, la demanda del consumo, la prestación del servicio, la calidad, la inmediatez y nuevas exigencias de satisfacer la demanda local y el origen global de la producción.

2. Ha aumentado la necesidad de encontrar un nuevo planteamiento es el cambio radical que ha sufrido la economía mundial.

A medida que otras regiones del mundo han crecido más rápidamente, la cuota del comercio mundial de la UE ha ido disminuyendo en las últimas décadas, un proceso que se ha visto agravado por la recesión económica. La búsqueda de un crecimiento económico fuera de la Unión ya ha empezado… convirtiendo los intercambios en una mayor reto, fuera de la zona de confort que establece el marco jurídico comunitario, incrementando la incertidumbre y exigiendo mayor preparación por parte de todos los operadores en el ámbito del comercio exterior y en las empresas.

3. Un comercio intrarregional más intenso.

Puede deberse a una reacción frente a la disminución de la demanda, o al temor a la exclusión cuando los países competidores disponen de un mejor acceso a los mercados que les interesan. Hay quienes señalan, sin embargo, que el creciente regionalismo constituye un peligro para el multilateralismo, el libre comercio y, en definitiva, el bienestar de la comunidad internacional. Pero en realidad, el multilateralismo se contrapone al proteccionismo, no al regionalismo.

Algunas de esas normas preparan el camino para acuerdos de la OMC con mayor consenso. Los servicios, la propiedad intelectual, las normas ambientales y las políticas en materia de inversiones y competencia son cuestiones todas ellas que se plantearon en negociaciones regionales y se convirtieron después en acuerdos o cuestiones de debate en la OMC sobre las que aún hay que profundizar y avanzar. España por ejemplo es el país número 48 del mundo en defensa de la propiedad intelectual y hay una tolerancia pasmosa a la copia y al plagio. Se necesita que la sociedad en general y las empresas en particular, reaccionen frente a esta permisividad, que a su vez genera un posible nicho de mercado para modelos de negocio.

4. Las medidas no arancelarias que se están erigiendo en obstáculos al comercio.

Tienen el reto de encontrar un marco jurídico de aceptación y justificación global. Ya se trate de normas técnicas, de certificación de la conformidad, de prescripciones en materia de salud y seguridad o de reglamentación sobre los servicios, estas nuevas trabas al comercio son más difíciles de reglamentar
a nivel global, dado que una gran parte de ellas se basan en preferencias sociales, en valores locales o en especificidades comunales. De hecho, en general no tienen intención proteccionista: buscan más proteger al consumidor que al productor. Esto exige el nacimiento de una nueva política y nuevos estándares de
responsabilidad social empresarial y de respeto a los derechos humanos y los principios rectores.

5. La demanda de gobernanza.

En estas esferas normativas que se satisface hoy mediante la conclusión de acuerdos preferenciales, necesita nuevos consensos. El hecho de que los productos intermedios tengan que cruzar en múltiples ocasiones las fronteras de los países que participan en las cadenas de valor significa que se multiplicará el coste de las restricciones al comercio. No bastará con que los aranceles sean bajos sino que los regímenes de reglamentación deberán ser compatibles para garantizar el funcionamiento eficaz de estas cadenas de valor.

Asegurar la convergencia de la reglamentación es crucial dado el aumento del peso de las medidas no arancelarias. Si se quiere evitar una fragmentación del sistema comercial global, hay que buscar una mayor convergencia entre las reglas del comercio mundial y las normas, reglas y políticas que resulten de otros ámbitos de la economía. Dada la rápida evolución de la estructura del comercio mundial, restricciones a las importaciones se traducirán inevitablemente en una reducción de la competitividad de las exportaciones. Las empresas deben estar atentas y anticipar planes de contingencia ante estas amenazas que resurgir intermitentemente en distintos países en el mundo, como es el caso hoy en los EEUU, estableciendo planes de internacionalización alternativos.

7. El comercio internacional se presenta como el camino hacia el crecimiento.

La creación de empleo y reducción de la pobreza. Ofrece, de hecho, una fuente fiscalmente responsable de crecimiento para muchos países que hoy tienen graves dificultades en estimular sus economías dado su alto nivel de endeudamiento. A su vez, este hecho genera el reto que supone el acercamiento de productos de países en vías de desarrollo que pueden llegar sin dificultades a satisfacer la demanda de los países desarrollados, a precios más competitivos, desplazando su oferta.

8. La desaparición creciente de la intermediación

Ligada al desarrollo de internet y de las nuevas tecnologías. La transparencia en el mercado y el salto global de las fuentes de información, imponen reducciones en precios y abren todo un merco de oportunidades para que las empresas lleguen con sus productos al consumidor de forma cada vez más directa, eliminando todo tipo de estructuras de intermediación, a  través de diferentes propuestas de plataformas tecnológicas.

9. La exigencia de una preparación continua ante todos los retos del conocimiento y a su vez de nuevas habilidades

Que cambian la manera de trabajar e imponen marcos más flexibles, equipos más diversos y multidisciplinares y la necesidad de desarrollar economías colaborativas del conocimiento con equipos
locales, que funcionen en la distancia y por proyectos, cambiando la estructura del empleo tal y como la conocemos. El recurso a plataformas de expertos para la gestión adecuada de demandas puntuales, es cada vez más, la única posibilidad de llevar a cabo un trabajo de calidad a la altura de la demanda.

10. la incorporación de talento

Sin género, diverso, multicultural, capaz de aportar nuevas ideas, innovar y anticipar problema y demandas, fruto también de un consumidor local, es la única respuesta de la empresa que quiera dar respuesta a las necesidades de los nuevos adprosumers y competir eficazmente.

Nuestra empresa, Comercaindo global, ha desarrollado productos de consultoría 
digitales que responden al conocimiento que una empresa debe tener para poder desarrollarse internacionalmente. A través de cuestionarios on-line que funcionen como diagnósticos, o como productos para el asesor externo de la empresa, las pymes pueden conocer su análisis DAFOs, sus oportunidades y amenazas, y los puntos necesarios que necesitan desarrollar para afrontar todo el reto de este nuevo marco internacional, de forma interna y a precios irrisorios, en comparación con los actuales de consultoría, y desde donde quiera que se encuentren en el planeta, dado que la plataforma podrá operar en 5 idiomas de momento, con expertos glocales.