Comerciando global

El potencial de España en el avance de la conectividad global

Se creía que la globalización era algo inevitable. Sin embargo, los años de crisis económica han producido un colapso en el proceso de conectividad global que en la actualidad vive un ligero aumento tras la caída producida, según el Índice DHL de Conectividad Global.

Este Índice, elaborado por investigadores del IESE y del Centro para la Globalización de la Educación y el Managment de la Stern School of Business, se basa en tres dimensiones: la profundidad de los intercambios, su amplitud geográfica y su dirección (hacia afuera o hacia adentro) en base a 12 tipos de flujos de comercio, capital, información y personas.

La situación mundial

La conectividad global vivió un estancamiento en 2012 pero a partir del siguiente continuó su aumento, los flujos internacionales crecieron más que los domésticos, aunque de forma limitada.

El comercio representa menos de un 25% del valor añadido en todo el mundo y la inversión extranjera directa (IED) menos del 10% de la formación bruta de capital fijo. Menos del 5% de las llamadas telefónicas son internacionales y apenas el 3% de la población vive fuera de su país.

Según el Índice de Conectividad Global, el avance de la globalización es lento principalmente porque “los países más avanzados no han sabido reaccionar al desplazamiento del polo económico hacia los países emergentes”.

El mundo se encuentra en un momento ideal para aumentar su conectividad internacional, sin embargo los países que más se pueden beneficiar de esta globalización deben primero disipar con los miedos que atañen estos procesos.

La nación más conectada es los Países Bajos, seguida de Irlanda, Singapur, Bélgica, Luxemburgo, Suiza, el Reino Unido, Dinamarca, Alemania y Suecia. Nueve de los 10 primeros son europeos. Efectivamente, Europa es la región más conectada del mundo (sobre todo en comercio y personas), seguida de Norteamérica (que predomina en flujos de capital y de información).

España está en el puesto 24 y ha subido tres posiciones en un año gracias a la dimensión de amplitud, pero penalizada en la de profundidad.

La situación en España

Ante la situación de crisis económica, las empresas españolas han apostado por la exportación y la falta de empleo ha provocado la salida del país de muchas personas.

Estas dos acciones han hecho que la inversión extranjera directa aumente pero España aún puede desarrollar la conectividad global mucho más. El país se encuentra en el puesto 67 en cuanto a la intensidad de las interacciones internacionales a pesar de que Europa es la región más conectada del mundo.

Las exportaciones están en un 23% (con un aumento de siete puntos en cuatro años) por debajo de que debería si se tiene en cuenta su tamaño, ubicación, desarrollo económico e idioma. Sin embargo, España fue en 2013 la economía avanzada que más progresó en cuanto a profundidad.

España es en lo que se refiere a amplitud es la 13ª del mundo y la 8ª europea. El 70% de las exportaciones españolas son en Europa y según el Índice de Conectividad Global “dada la debilidad del crecimiento europeo, España debería aumentar su amplitud con mercados más lejanos y pujantes”.

España es un país de flujos más entrante que saliente sobre todo en cuanto a personas. Se sitúa en la tercera posición como país más visitado del mundo y el número de turistas que recibe al año quintuplica el de españoles que viajan fuera. Además atrae al doble de estudiantes y el número de inmigrantes es cinco veces superior al de emigrantes.

A nivel mundial, el Índice DHL de Conectividad Global apunta a otra globalización, más global y menos regionalizada. Los países deben superar el proteccionismo y las indecisiones políticas para afrontar la conectividad global.

La actividad de los países emergentes es lo que va a influir en los procesos de conectividad global mundiales. Si los emergentes desarrollan las dimensiones de información personas y capital, “el aumento de su conectividad impulsaría la de todo el planeta”.

En el caso de España, tal y como destaca el Índice, España debe fortalecer su recuperación económica y sus procesos de explotación a través de una mayor conectividad global.